Prevalencia de síndrome metabólico en pacientes psiquiátricos en clínica de salud mental de Cartagena en el primer periodo del año 2012

Abstract

El concepto de síndrome metabólico (SM) surgió a partir del reconocimiento por parte de Gerald Reaven en 1988 de una constelación de factores de riesgo que identificó como “síndrome X; fue reconocido hace más de 80 años en la literatura médica y ha recibido diversas denominaciones como por ejemplo: síndrome X plus y cuarteto mortífero entre otros, a través del tiempo. Por otra parte, no se trata de una única enfermedad sino de una asociación de problemas de salud que pueden aparecer de forma simultánea o secuencial en un mismo individuo, causados por la combinación de factores genéticos y ambientales asociados al estilo de vida. (1) El síndrome metabólico se caracteriza por la presencia de alteraciones como la resistencia a la insulina, que se manifiestan por hiperinsulinismo y por su asociación con obesidad, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial y dislipidemia. La presencia de este síndrome se relaciona con incremento en el riesgo de aparición de enfermedades cardiocerebrovasculares y consecuente aumento de la mortalidad (2). Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) los trastornos mentales no deben definirse por la ausencia de salud mental, es decir, el análisis y comprensión de estos se deben hacer con una perspectiva integral. Los trastornos psiquiátricos se consideran afecciones de importancia clínicas que están caracterizadas por alteraciones en los procesos de pensamiento, en la afectividad y en la conducta. En el campo metabólico, estrechamente ligado a las enfermedades cardiovasculares, se ha visto que existen tanto en la población general como en los enfermos psiquiátricos, factores de riesgo modificables. En este sentido, la población psiquiátrica tiende a tener una mayor prevalencia de consumo de tabaco, sedentarismo o falta de ejercicio físico y una dieta más rica en grasas saturadas que son las más aterogénicas (3). Del mismo modo se ha visto también que otros factores de riesgo cardiovasculares, algunos auténticas entidades nosológicas de por sí, como son la obesidad, la diabetes mellitus tipo 2 y la hiperlipemia son más habituales en los pacientes esquizofrénicos que en la población general (4). Todos estos factores unidos han llevado a una elevada prevalencia de un clúster de anomalías metabólicas en los pacientes con ciertas patologías psiquiátricas que llevan a que cumplan los criterios diagnósticos del síndrome metabólico (5) tanto si se usan los criterios diagnósticos del National Cholesterol Education Program, 3rd Adult Panel Treatment (NCEP–ATP III) (6) como de la International Diabetes Federation (IDF) (7). La terapia psicofarmacológica es una manera de corregir conductas y pensamientos patológicos y/o estados de ánimo por medios químicos o físicos. Los psicofármacos actúan modificando, en el cerebro, procesos fisiológicos y bioquímicos; Alrededor de un 50% de los pacientes adultos que reciben drogas anti psicóticas se ha observado que a mayor potencia, mayor efecto en el peso, esto se explica porque los sistemas de neurotransmisores cerebrales se ven afectados por esos medicamentos de forma tal que se ocasiona un estimulo a los receptores adrenérgicos y un bloqueo con los beta adrenérgicos, dopaminérgicos e histaminergicos lo que ocasiona un aumento tanto de la grasa visceral como de la subcutánea; producto de incremento voraz de apetito. Una disminución de la saciedad, y por ende un mayor aumento de peso. (8)

El uso de antipsicóticos atípicos cuando son asociados a estabilizadores del humor (como puede ocurrir en algunos casos), esta situación puede aumentar aún más la frecuencia de desarrolla Diabetes 2, por lo que estos pacientes deben ser especialmente observados. La alteración en el metabolismo de los lípidos con el uso de antipsicóticos atípicos o de segunda generación, la mayoría de los estudios científicos vinculan a Clozapina y Olanzapina explicados fundamentalmente por el aumento de peso que estos ocasionan describiéndose mayor elevación del colesterol LDL, disminución del colesterol HDL y aumento de triglicéridos . (8) PREVALENCIA DE SINDROME