Casos de acoso y abuso sexual en los niños de 5 a 14 años que ingresan a la clínica Cartagena del Mar en el periodo comprendido 2018 - 2019

Abstract

En Colombia casi el noventa por ciento de casos de abusos sexuales se dan en menores de edad esto nos da como resultados que cada veinte dos minutos hay un menor que sufre un abuso. Este trabajo se lleva a cabo bajo una investigación para tener una información más certera con relación con los derechos humanos de cada uno para poder brindar mecanismos de ayuda que puedan impactar de forma significativa a la sociedad con la finalidad de disminuir la tasa de violencia que se vive en Colombia. Colombia es el país con más casos en Latinoamérica sus cifras son cada día más alarmantes que se considera una problemática de torno jurídico, social y político cada vez se observa casos en donde se presencia abuso sexual en menores de edad en donde se refleja un crecimiento considerable en la violencia sexual con esto urge una necesidad de tomar medidas que puedan salvaguardar la integridad y los derechos de los niños, niñas y adolescentes. El abuso sexual contra niños, es una de las peores formas de violencia contra la niñez, a pesar de que constituye un problema creciente en el mundo en la mayoría de los casos detectados no suele haber lesiones físicas que funcionen como indicios para determinar quién fue el agresor ni hay una conducta específica o prototípica que los niños víctimas presenten. Tampoco suele haber testigos, ya que quien comete un abuso sexual suele hacerlo a escondidas. Todos estos factores, sumados a mitos enraizados y prejuicios culturales que operan en detrimento de los niños cuando toman la palabra para develar sus pareceres, hacen que el diagnóstico y posterior denuncia sean una tarea compleja. También opera una premisa falsa que sostiene que “si no hay lesión, no hubo abuso”. Esto agrava la situación porque sin detección los niños no reciben tratamiento, ni justicia frente al caso la mayoría de los casos quedan en el aire o la misma jurisdicción da fallos por vencimiento de términos o en el peor de los casos que la víctima no denuncia el abuso. La importancia de escuchar al niño cuando toma la palabra radica en que su descripción frecuentemente es la más importante, poderosa y, en muchas ocasiones, la única evidencia del abuso cometido en su contra. Por ese motivo, es imprescindible prestarles atención, privacidad y escucharlos sin juzgarlos. La mayoría de las víctimas de abuso sexual e incesto paterno filial son niñas, también los varones sufren abusos que callan por temor a ser cuestionados respecto a su orientación sexual y por miedo a ser vistos como agresores sexuales.